En el año 1984 el papa Juan Pablo II regaló una Cruz del Vaticano a los jóvenes del mundo como signo del amor de Dios a la Humanidad. Desde entonces y hasta hoy la conocida como Cruz de los Jóvenes viaja peregrina por todo el mundo para dar a conocer su mensaje.
La Cruz de los Jóvenes ha estado en Valdepeñas el miércoles 30 de noviembre en un acto que congregó a jóvenes y no tan jóvenes de los distintos pueblos que conforman la Diócesis de Ciudad Real.
Creyentes de Valdepeñas, Manzanares, Membrilla, Villanueva de los Infantes, Moral de Calatrava, Torrenueva, Santa Cruz de Mudela... asistieron a este evento.
La comitiva de jóvenes portando la Cruz salió desde la Parroquia de Nuestra señora de la Paz, más conocida como El Lucero, para acabar en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en la Plaza de España.
Los Jóvenes se iban turnando para llevar tanto la Cruz como el Icono de la Virgen, que también fue regalado por Juan Pablo II en 1986 en una procesión que fue tan participativa como emotiva.
Durante el trayecto se iban realizando diferentes paradas acompañadas de lecturas y cánticos. Muchos de los presentes portaban velas. Kallejeo pudo hablar con algunos de estos jóvenes.
Alicia tiene 13 años y nos dice emocionada que ha portado el icono de la Virgen. "Como católica ha sido una experiencia bonita", recuerda Alicia.
Daniel tiene 20 años y no pensaba salir de casa porque estaba lloviendo, "pero me apetecía mucho ver la Cruz de los Jóvenes -nos dice-. Me han contado que ya ha estado en muchos países. Es muy grande".
Este año la Jornada Mundial de la Juventud se celebra en España, concretamente en Madrid, en el mes de agosto y por eso la Cruz recorre nuestro país.
"Ya lleva más de 150 países visitados, incluso ha estado en el Polo Norte", nos dice el Párroco de la Asunción, Ángel Almansa. En la Parroquia de la Asunción había más de 20 sacerdotes de toda la Diócesis.
Los fieles fueron entrando en el templo, donde el momento más emotivo se produjo cuando la Cruz hizo su entrada portada por jóvenes y todos los allí presentes rompieron en un estallido de aplausos.
En la Parroquia de la Asunción había cientos de personas que una a una fueron tocando la Cruz itinerante, peregrina, que un buen día el Papa Juan Pablo II decidió regalar al mundo de por vida.
Fuente: Kallejo.com
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